Cómo se fabrica una cortina metálica: partes y proceso

Las cortinas metálicas son elementos fundamentales para la seguridad y protección de locales comerciales, industriales y garajes. Pero, ¿cómo se fabrican estas cortinas metálicas? En este artículo, te explicaremos el proceso detallado y las partes que componen una cortina metálica.

Partes de una cortina metálica

Las cortinas metálicas se dividen en cuatro partes fundamentales:

  1. Sistema de elevación: es la parte más importante de una cortina metálica, ya que es la que la hará funcionar correctamente. Para comenzar su proceso de producción, es esencial determinar tres factores: dimensiones, peso y aperturas.
  2. Cuerpo: también conocido como tela, es la parte visible de la cortina metálica y la que lleva más cuidado en su fabricación.
  3. Final cerradura: este es el sistema de bloqueo que permite que la cortina quede asegurada en su lugar.
  4. Riel guía: es la parte por donde se desliza la tela de la cortina.

Proceso de fabricación de una cortina metálica

  1. Sistema de elevación: los ingenieros reciben las dimensiones, peso y aperturas y comienzan el trabajo duro. Existen mecanismos de uso rudo, uso ligero y uso medio, cada uno con una distinta fabricación. Los materiales se ingresan, se cortan a la medida, se ensamblan, se lubrican y, finalmente, se llevan a control de calidad donde se inspeccionan con el doble del peso esperado para asegurar su funcionamiento.
  2. Cuerpo: dependiendo del modelo, las tiras son cortadas a medida con disco de punta de diamante para obtener el corte más fino y exacto. Después, son remachadas a mano con piezas prefabricadas en acero galvanizado, proceso que alarga la vida de la cortina hasta por 20 años más. Las tiras son cuidadosamente ensambladas, evitando rayones, abolladuras o cualquier desperfecto. Finalizado el proceso, se pasa por control de calidad donde se revisa estrictamente para determinar si no tiene nada anormal. Si no pasa la prueba, se regresa a producción para corregir los desperfectos. Si la cortina metálica pasa la prueba, es la parte que más se cuida de posibles daños, con un embalaje de alta resistencia.
  3. Final cerradura y riel guía: se determina la medida exacta de las guías, el calibre adecuado y se busca que ambos tipos de final de cortina o batiente se adapten al gusto del cliente. Se hacen los cortes correspondientes, se atornillan y soldan delicadamente para no causar detalles feos a la vista. Se agregan pasadores o chapas dependiendo de la necesidad.
  4. Seguridad: una vez que se tiene un funcionamiento correcto, lo que sigue es asegurarse de que la cortina metálica sea segura. Para esto, se determina la medida exacta de las guías, el calibre adecuado y se busca que ambos tipos de final de cortina o batiente se adapten al gusto del cliente.

En resumen, las cortinas metálicas tienen un proceso de fabricación minucioso que garantiza su seguridad y durabilidad. Es importante conocer las partes que conforman una cortina metálica y el proceso de producción que lleva cada una de ellas, desde el sistema de elevación hasta las guías.

Además, se debe prestar atención al mantenimiento de las cortinas metálicas para prolongar su vida útil. El engrasado trimestral con grasa líquida en spray es recomendable para evitar obstrucciones en las guías y prolongar su correcto funcionamiento.

En caso de requerir un mantenimiento más profundo, es importante acudir a expertos en reparación de cortinas metálicas. Empresas como FRECAA ofrecen servicios de mantenimiento correctivos y preventivos en toda la República Mexicana para asegurar el correcto funcionamiento de sus productos.

En definitiva, una cortina metálica bien fabricada y mantenida puede durar hasta 20 años más. Es importante tener en cuenta la calidad de los materiales utilizados y los procesos de producción para garantizar la seguridad y durabilidad de estas cortinas.